Muchas cosas han desaparecido del beisbol en los últimos años y una de ellas es la del llamado relevista largo que estaba listo para entrar al rescate si el abridor era apaleado pronto. Ahora estamos viviendo la era de los relevistas de un cachito, como los billetes de lotería. Hay muchos relevistas en cada equipo pero con lanzadores que van a tirar una entrada cuando mucho dos.
Hace unos días los Medias Rojas de Boston le hicieron hasta seis carreras al pitcher abridor Michael Pineda y allí siguió lanzando unos cuantos innings más porque simplemente los equipos ya no tienen al relevo largo que era capaz de no solamente tirar varias entradas sino de terminar el juego como si fuera un segundo abridor pero de inferior calidad. Todavía en los primeros años de Joe Torrre en su exitoso tiempo como mánager del Yanquis tuvo a un pitcher llamado Jason Grimsley que lo convirtió en su relevo largo cuando su abridor explotaba temprano como el corcho de una botella de sidra. Lo tuvo como su relevo largo por un tiempo. Incluso el famoso Mariano Rivera, cuando comenzaba su carrera, no sabían si iba a ser abridor o relevista y lo tuvieron de relevo largo un tiempo.
Es el trabajo que también lo llaman de plomero, ya que tiene que tratar de aguantar al otro equipo que ya tiene bastantes carreras. Trabajos al estilo del plomero que usted llama cuando hay el problema de una cañería rota o algo parecido con ese trabajo que también, como los relevistas largos, están desapareciendo.
Era igualmente una oportunidad para que el relevista largo, si resultaba muy efectivo, se podía ganar el puesto de abridor. Actualmente eso no puede suceder ya que los relevistas son de un inning de trabajo.
Los mánagers de la actualidad aguantan a su abridor aunque le hagan muchas carreras en el inicio y le sacan por lo menos unos cuatro innings de trabajo para usar menos a su bull pen que se ha convertido en una de las partes más importantes en la pelota que estamos viviendo.
Esto en lo que respecta a Ligas Mayores ya que en Liga Mexicana como en los Diablos Rojos, todavía están los relevos largos y usándolos algunos se han convertido en abridores, como Lozoya. Este año el joven Aguamea hizo un gran trabajo de plomero y es un candidato a ser abridor en un futuro cercano. Igualmente el zurdo Fabián Cota.
En Grandes Ligas, sin embargo, utilizan por poco tiempo a los relevistas de la segunda línea cuando el abridor no puede dar ni cinco.
Entradas. Y sacan al abridor que ha permitido muchas carreras porque sus pitcheos han subido hasta cerca de los 100 envíos que es la marca límite para tratar de no lastimar el brazo del lanzador. Es como lo que cuesta un dólar con nuestros pesos, aunque en este caso la cifra es variable y en este sexenio la moneda americana ha subido tanto que posiblemente la Liga Mexicana regrese a los cinco extranjeros para la temporada que viene en lugar de los seis permitidos. Y en el Pacífico no les vaya a pasar lo que ya les sucedió.
