Williams se topó con una contrincante que desde el arranque la incomodó. (EFE)
Trámite complicado pasó la tenista estadounidense Serena Williams para avanzar a tercera ronda del Abierto de Estados Unidos, luego de imponerse con algunos titubeos a la holandesa Kiki Bertens por parciales de 7-6 (7/5) y 6-3.
A cada paso, la expectativa por completar el ansiado “Serena Slam” se incrementa; sin embargo, la mandamás del circuito se topó hoy en el Arthur Ashe Stadium con una contrincante que desde el arranque la incomodó.
Con rompimiento a su favor desde el tercer “game”, la europea navegó con cautela a lo largo de la primera manga hasta que llegó el temido momento de cerrar el set, 5-4 en su favor.
Los errores no forzados se apoderaron de ella y con Serena al acecho, desperdició esa valiosa oportunidad de tomar la delantera en la pizarra.
Ya con los cartones 5-5, ambas se aferraron a su saque y ese primer episodio tuvo que definirse por desempate, donde Bertens recuperó la batuta de las acciones y se colocó 4-0, pero luego hilvanó cinco pifias de derecha o de revés e invitó a la número uno a resurgir y llevarse el parcial.
Ya en el segundo, se notó el golpe anímico sobre la holandesa, rescató un muy sufrido “game” de apertura y en su siguiente turno, entregó el servicio en “blanco” con una doble falta, problema con el cual lidiaron las dos todo el partido.
Precisamente con una doble, la menor de las hermanas Williams dejó escapar el margen que había construido con tanto esmero; no obstante, retomó rápido el control de las acciones y cuando su rival servía 3-5, volvió el recital de errores por parte de Bertens, quien entregó el duelo al cabo de una hora y 32 minutos.
En la tercera vuelta, la monarca reinante se encontrará a su compatriota Bethanie Mattek-Sands, cuyos mejores resultados los ha celebrado como doblista.
Quien también alzó los brazos en esta jornada de miércoles fue la polaca Agnieszka Radwanska, decimoquinta preclasificada, gracias a un rápido triunfo sobre su coterránea Magda Linette, al son de 6-3 y 6-2.
En tanto la eslovaca Dominika Cibulkova, finalista del Abierto de Australia 2014, demostró que no fue casualidad su victoria sobre la serbia Ana Ivanovic e ilusionó con su reacción frente a la local Jessica Pegula, por marcador de 5-7, 7-5 y 6-3.
Su siguiente desafío será ante la canadiense Eugenie Bouchard, 25 en el listado preliminar y a quien le urge un buen resultado luego de un primer semestre para el olvido, el cual la llevó a perder 20 posiciones en el ranking mundial.
