Oleada migratoria. Debido a la guerra que se vive en Oriente Medio, Europa ha recibido cientos de miles de migrantes.
Los 332,000 inmigrantes que llegaron a Europa entre enero y junio de 2015 podría ser sólo el principio de una avalancha, pues Siria e Irak no son las únicas con habitantes en situación de emergencia humanitaria.
La cifra de personas afectadas anualmente por fenómenos naturales extremos alcanza los 220 millones, según la oficina para asuntos humanitarios de la ONU, mientras que países como Myanmar no reconocen la nacionalidad de hasta 12 millones de personas, forzándolas a buscar asilo en otras naciones.
A la par, hay una seria falta de fondos para la asistencia humanitaria, sobre todo en el bloque europeo.
Son cada vez menos los socios comunitarios que cumplen el compromiso de destinar el 0.7 por ciento de su PIB como asistencia oficial para el desarrollo; un objetivo que estaba previsto alcanzar en 2015.
Y países como Hungría han erigido bardas de púas para prevenir el paso, mientras otros como Alemania prevén dar asilo a hasta 800 mil personas este año, cuatro veces más que el anterior.
Ante tal situación, la canciller alemana, Ángela Merkel, advirtió ayer que peligra la libertad de movimiento, uno de los principios fundacionales del bloque.
"Si Europa falla en el tema de refugiados, si ese vínculo con los derechos civiles universales se rompe, no será el Europa que queremos", señaló ayer Merkel, al indicar que la situación podría llamar a revisar el Espacio Schengen.
Éste comprende 26 de los 28 países de la Unión Europea y permite a cualquiera desplazarse por las fronteras de esas naciones de manera libre.
"Este tema (migratorio) seguirá siendo un reto no sólo por días o meses, sino por mucho tiempo (...) Toda Europa debe moverse", recalcó Merkel.
CON CONTROLES
Por su parte, Austria inició una amplia operación contra el tráfico de personas en las carreteras que conectan con Hungría, mientras que cientos de refugiados llegaron en tren, después de que las autoridades húngaras les permitieran subir a los convoyes rumbo a este país y Alemania. La decisión de Austria de aumentar los controles, tras la muerte de 71 refugiados en el interior de un camión, generó ayer filas kilométricas en la principal autopista entre Budapest y Viena.
Las autoridades húngaras informaron de un atasco en el paso fronterizo de Hegyeshalom que ha llegado a alcanzar los 25 kilómetros por el control de camiones.
Tanto Austria como Hungría forman parte del espacio Schengen que permite la libre circulación en 26 Estados europeos. Austria reafirmó su compromiso con Schengen y su ministra de Interior, Johanna Mikl-Leitner, aseguró ayer que se reforzarán sólo los controles de aquellos vehículos susceptibles de llevar de forma ilegal a refugiados. (Con información de EFE)
Lanzan críticas sobre Hungría
Los países como Hungría que han impedido que inmigrantes desesperados viajen en tren por Europa "los arrojan a las manos de los traficantes", con consecuencias potencialmente mortales, dijo ayer lunes director de la Organización Internacional para las Migraciones William Lacy Swing.
En entrevista días después de que aparecieran 71 inmigrantes muertos en un camión de carga en Austria y que se temiera que 200 personas se hubiesen ahogado tratando de escapar de Libia a Europa, Swing lamentó un "factor miedo" adoptado por algunos políticos, quienes dice pasan por alto los beneficios que pueden llevar los inmigrantes.
Swing, un veterano diplomático estadounidense, señaló que la organización de 157 miembros que dirige está dispuesta a ayudar a la Unión Europea a manejar el influjo de más de 320,000 inmigrantes -muchos de los cuales han abandonado Siria por la guerra- en las costas europeas este año.
La OIM pondrá parte de su propio dinero, apuntó Swing, pero los grupos humanitarios en general "necesitan el apoyo de los gobiernos para decir 'necesitamos su ayuda'''.
MIL
Migrantes han llegado a Europa en el año.