Migrantes mueren asfixiados

Por lo menos 20 cadáveres de migrantes en descomposición, y probablemente hasta 50, fueron descubiertos ayer jueves por la policía apilados en un camión estacionado al borde de la autopista principal de Budapest a Viena.

El macabro descubrimiento se produjo en momentos en que Austria es sede de una reunión cumbre en Viena para tratar la crisis de los refugiados en las naciones balcánicas occidentales, que se han visto abrumadas este año por decenas de miles de migrantes que tratan de entrar en Europa atravesando sus territorios.

La policía exhortó a la prensa reunida en el lugar de los hechos, a unos 40 kilómetros al sureste de Viena, a alejarse del vehículo, un camión blanco refrigerado con imágenes de alimentos en él. El camión después fue llevado, con todos los cadáveres al interior, a una ubicación segura para que expertos forenses pudieran examinarlo meticulosamente.

El estado de los cadáveres en el caluroso día veraniego dificultó establecer identidades e incluso conocer el número exacto de migrantes muertos. Al preguntarle cuántos cuerpos estaban en el vehículo, Hans Peter Doskozil, jefe de la policía provincial de Burgenland, dijo "20, 30, 40, probablemente hasta 50". Doskozil le dijo a la prensa en Eisenstadt, la capital de la provincia, que información proporcionada por la policía húngara indica que el camión estaba en algún punto al este de Budapest el miércoles temprano y se manejó hasta Austria antes de abandonarse. Algunos de los cuerpos estaban muy descompuestos, otros menos, pero el estado indica que pudieron haber muerto antes de entrar a Austria, dijo.

El cardenal austriaco Christoph Schoenborn dijo que se llevaría a cabo una misa el lunes en la tarde en recuerdo de las víctimas en la catedral histórica de St. Stephen, en Viena. Se tiene planeado que todas las iglesias de la ciudad repiquen sus campanas durante el servicio. Ayer jueves, en la cumbre sobre migración realizada en Viena, los participantes guardaron un momento de silencio.

La ministra de Interior Johanna Mikl-Leitner condenó a los contrabandistas. "Los traficantes de humanos son criminales", dijo en una declaración. "Aquellos que todavía piensan que son amables ayudantes de refugiados están más allá de toda redención".

El canciller federal austríaco Werner Faymann afirmó que la tragedia pone de manifiesto la importancia de que todas las naciones colaboren en la búsqueda de soluciones para el flujo de migrantes. "Los refugiados perdieron las vidas que habían tratado de salvar escapando, pero las perdieron a manos de los traficantes", dijo a la prensa.

La canciller federal alemana Ángela Merkel, que participa en la cumbre, se manifestó conmovida "por la terrible noticia".

El camión tenía placas húngaras, pero inscripciones en eslovaco y aparentemente pertenecía a la empresa eslovaca Hyza para transporte de carne de pollo, parte del consorcio Agrofert, propiedad del ministro de Finanzas checo Andrej Babis. El consorcio Agrofert dijo en una declaración que vendió el camión en 2014.

Los nuevos propietarios no retiraron los logos según se requiere, dijo la compañía.

Reciben cantidad récord en Hungría

La policía húngara desplegó ayer jueves refuerzos para contener una oleada de inmigrantes que cruza su porosa frontera, pero defensores de refugiados dicen que el esfuerzo es inútil en un país cuyos campamentos para estas personas están sobrepoblados. La policía detuvo el miércoles a 3,241 migrantes, 700 más que el día anterior, mientras lanzaba una iniciativa para tratar de canalizar a los migrantes a uno de los campos de refugiados mediante el uso de trenes especiales. Escoltados por la policía, unas 600 personas en busca de asilo abordaron un tren para ser llevados a por lo menos dos campamentos de inmigrantes.

Pero en varios puntos del recorrido de 174 kilómetros (109 millas) de la frontera con Serbia, que no pertenece a la Unión Europea, migrantes impávidos cruzaban la frontera a pie. Algunos dijeron que es más seguro caminar que arriesgarse a morir entrando de contrabando en un vehículo. Ese peligro quedó de manifiesto ayer jueves cuando la policía de Austria encontró un camión en el que había al menos 20 inmigrantes muertos. Muchos de los migrantes proceden de Siria y quieren llegar a países más prósperos de la Unión Europea para solicitar asilo.

Omar, un estudiante universitario de Daraa, en Siria, viaja a Alemania porque es "un país poderoso... buen país para vivir".

Omar entró a Hungría con un grupo de amigos caminando por las vías del tren - una de las pocas secciones en la frontera sin alambres con cuchillas - y rápidamente buscó cubierta en un campo de maíz para evitar ser encontrado por la policía húngara. Otros refugiados se veían desorientados en el laberíntico campo, y parecían regresar sin querer a Serbia. Tengo un mal presentimiento por dejar a mi familia en Siria", dijo Omar. "No queríamos dejar nuestro país así. Nadie lo haría, pero queremos completar nuestra vida, no podemos vivir así". En Szeged, la ciudad húngara más grande en la región fronteriza, las autoridades comenzaron a utilizar trenes para transportar exclusivamente migrantes a centros de refugiados en el país. Hasta ahora, la policía ponía a migrantes en el último par de vagones de los trenes con destino a Budapest, la capital húngara en donde los migrantes eran transferidos a otros trenes que iban a centros de refugiados.