La Bolsa de Valores china registró su peor caída en ocho años pese a la inyección de miles de millones de dólares del gobierno. (Archivo)
El mercado bursátil de China vivió ayer un "lunes negro", motivado por el freno del crecimiento económico de ese país, que arrastró a prácticamente todas las bolsas del mundo y avivó el temor de una crisis financiera mundial.
La Bolsa de Valores china registró su peor caída en ocho años pese a la inyección de miles de millones de dólares del gobierno para detener un tropezón que borró las ganancias de todo el año.
El índice compuesto de Shanghai, de referencia, perdió 8.5 %, su mayor caída en un día desde el 27 de febrero de 2007. El índice está 38 % por debajo de su máximo, que alcanzó el 12 de junio y está apenas 1% abajo del nivel que tenía el 31 de diciembre, el último día de operaciones del año pasado.
"Este es un resultado desastroso para China, que ha trabajado muy duro para animar de nuevo su mercado de acciones tras la caída de 2007 y haber gastado miles de millones de dólares en impulsarlo desde junio", dijo en un informe Angus Nicholson, de IG Markets.
Los pequeños inversores han sufrido pérdidas graves, lo que da al traste con la intención de comprar acciones y altera los planes del Partido Comunista de usar al mercado como medio para recaudar el dinero necesario para reformar la industria estatal.
El desplome de las bolsas asiáticas provocó pánico en los mercados accionarios y caída en el precio de materias primas como el crudo, tendencia que se espera continúe.
La Bolsa Mexicana de Valores abrió con una caída superior a 6 %. Si bien logró atenuar el retroceso, finalmente cerró con una baja de 1.64 %.
Las plazas estadounidenses tampoco lograron recuperar el terreno perdido y cerraron con bajas superiores al 3 %.
El desplome continúa para las bolsas de Asia. El piso de remates de Shanghai abrió sus operaciones del martes con una caída de 6.4 %.
La sacudida también afectó a las materias primas. La mezcla mexicana de exportación cayó 6.98 %, vendiéndose a 33.71 dólares por barril, su precio más bajo desde diciembre de 2008.
El tipo de cambio también tuvo un movimiento brusco. El dólar cerró en 17.47 pesos, 19 centavos más respecto a la jornada del viernes.
Inversionistas globales están temblando ante la perspectiva de un desplome devastador en la segunda economía más grande del mundo. El peor escenario posible es que un colapso de la economía china descarrile otras, desde mercados emergentes hasta las potencias industriales.
Este año, el Fondo Monetario Internacional pronosticó que la economía de China crecerá 6.8 %, su ritmo más débil desde 1990.
