Ángel Reyna fue mandado a la Tercera División de Chivas. (Jam Media)
La orden era clara: Ángel Reyna debía presentarse ayer jueves a las 15:30 horas en las instalaciones de Chivas San Rafael, para entrenar con el cuadro de Tercera División, luego de que fue separado del primer equipo, por "no compartir objetivos grupales", según la directiva.
Ahí lo esperaban ya los integrantes del plantel, niños de entre 14 y 16 años de edad que trabajarían junto a uno de sus ídolos, castigado por su falta de compromiso. Sin embargo, el futbolista decidió no presentarse a la cita. Reyna no acudió al llamado.
La práctica de Chivas San Rafael de Tercera División se lleva a cabo regularmente a las 8:00 horas. Se modificó la práctica debido a que un día antes el plantel había disputado un amistoso y, de paso, para que el futbolista que llegó a Chivas a cambio de 5 millones de dólares -pagados al Veracruz- pudiera acudir sin dificultad.
El cuerpo técnico, encabezado por el entrenador Fernando Camacho, estaba en el entendido de que llegaría. Tendrían que recibirlo para que realizara mayormente trabajo físico, pues el aspecto futbolístico entre niños a los que les dobla la edad parecía complicado.
Sin embargo, Ángel Reyna simplemente no se presentó a la cita. Los jovencitos rojiblancos se quedaron con la ilusión de entrenar junto a él y la directiva podría tomar cartas en el asunto, luego de la desobediencia del jugador a una orden directa.
Le aprenden lo malo. Ángel Reyna es un ejemplo para los jóvenes de Chivas... no necesariamente positivo. El mediocampista Michael Pérez asegura que le ha aprendido cosas en el tiempo que le tocó convivir con él, pero revela que algunas de esas enseñanzas se refieren a las cosas negativas que un futbolista debe evitar. Así de sincero ha sido el jugador rojiblanco.