Los profesores, que en su mayoría son “migrantes digitales”, deben saber cómo hacer del smartphone una herramienta útil en clase. (ARCHIVO)
Ante los avances tecnológicos y la digitalización, los estudiantes y profesores enfrentan actualmente nuevos retos en el salón de clases, en donde los smartphone podrían jugar un papel importante, al ser una herramienta útil en el aula.
Para la profesora María Ofelia Béjar López Peniche, ahora los docentes cuentan con recursos que les permiten impartir clases usando materiales y estrategias distintas a las tradicionales, pues de otra forma sería difícil captar la atención del “alumno digital”.
Ello, indicó, debido a que actualmente los alumnos no siempre encuentran interesante escuchar y valorar los conocimientos del profesor que expone ante a ellos, sobre todo ante el acceso inmediato que ofrecen los dispositivos electrónicos.
Béjar López Peniche, quien forma parte del Programa de Formación de Académicos de la Universidad Iberoamericana, explicó que los maestros deben estar consientes de que sus alumnos pertenecen a la sociedad de la información digital, toda vez que han crecido con la tecnología.
"El smartphone ya es parte natural de su vida, es su fuente de información primaria, su medio para socializar" puntualizó.
Mencionó que los jóvenes todo el tiempo están leyendo, sólo que a través de plataformas electrónicas en las que a pesar de ser una lectura fugaz y fragmentada, son capaces de extraer el contenido de cada página y evaluar si es o no adecuada a su interés.
Ante esta situación, dijo, los profesores, que en su mayoría son “migrantes digitales”, deben saber cómo hacer del smartphone una herramienta útil en clase.
Sin embargo, apuntó que es necesario establecer límites y reglas con el grupo desde el inicio del curso.
En ese sentido, sugirió ingresar a foros que propicien el trabajo colaborativo, a documentos de clase escaneados, adjuntos a carpetas de tareas y a anuncios del profesor.
También recomendó formar grupos de trabajo que funcionen por medio de chats y de redes sociales, así como utilizar el smartphone como diccionario para consultar datos que complementen la explicación sobre algún tema.
Aseguró que puede usarse para libros electrónicos, el periódico o noticias del momento, aunque para motivar una lectura más profunda lo ideal sería solicitar a los alumnos un reporte de la noticia leída.
En materias como historia o geografía, la docente aconsejó utilizar los dispositivos para localizar puntos en el mapa, y en el caso de las presentaciones, en lugar de usar una memoria USB se puede almacenar el material en el celular y conectarlo al proyector.
Advirtió que le corresponde al profesor organizar debates, discusiones y diálogos que lleven a profundizar en los temas y fuentes consultadas.
Puntualizó que el profesor debe estar consciente de que ya no es la única fuente de información del estudiante y de que debe ser un mediador para que la información se convierta en conocimiento.
De esta forma, la tecnología será un recurso al servicio del trabajo académico y no un distractor, añadió la académica de la Universidad Iberoamericana.
