Facturación electrónica en México
En 2014, la facturación electrónica pasó a ser obligatoria para todos los contribuyentes. La migración a este sistema supone para el país una mejora sustancial en términos de recaudación, además de que simplifica los procesos para el cumplimiento de las obligaciones fiscales.
En el entorno económico existen documentos que hacen válidas o reales las transacciones económicas, una condición fundamental para la economía; ¿se ha preguntado alguna vez qué pasaría si todos pudiéramos imprimir nuestros billetes o facturas con pocos o nulos candados de protección?
Esta idea surge, por ejemplo, al ver la película Los falsificadores de Stefan Ruzowitzky (2007), donde se cuenta la historia de un grupo de judíos que fueron confinados en un campo de concentración con la maquinaria de imprenta más innovadora de la época, todos ellos contaban con muchas habilidades para reproducir documentos de los enemigos alemanes. El plan era imprimir una gran cantidad de dinero para inundar el mercado de los aliados y a la vez llenar las vacías arcas del Reich. Llaman la atención las escenas donde se puede observar el cuidado con el que se elaboraban las piezas, tomando en cuenta la composición del papel, los tonos de la tinta, las firmas, revisadas muy minuciosamente antes de llevarlas al mercado extranjero.
Por increíble que parezca, hasta antes de la implementación de la facturación electrónica en México (a partir de 2004), las cosas sucedían de un modo parecido; era sumamente fácil encontrar personas que expedían facturas apócrifas sin soporte en la Secretaria de Hacienda y Crédito Público (SHCP), pues hay que recordar para imprimir sus facturas en ese entonces, los contribuyentes debían acudir con un impresor autorizado u obtener el permiso para imprimirlas por sí mismo; dicha situación generaba una serie de problemas para el sistema tributario, obstaculizando la recaudación y facilitando la evasión de impuestos y otros fraudes fiscales.
La Factura Electrónica o Comprobante Fiscal Digital por Internet (CFDI) se puede definir como la representación digital de un tipo de comprobante fiscal apegado a los estándares definidos por el Servicio de Administración Tributaria (SAT). Su función es comprobar que existió una transacción comercial, porque compromete al comprador a realizar el pago y al vendedor a entregar el producto o servicio.
Se trata de un documento que reemplaza a las facturas de papel y garantiza que cada comprobante expedido es único, infalsificable e inalterable, esto a través de diversos elementos de seguridad como la cadena original, el sello digital y la certificación PAC (Proveedor Autorizado de Certificación). Gracias al esquema CFDI es posible detectar si los comprobantes han sido alterados y evitar falsificaciones.
UN CAMBIO GRADUAL
A nivel mundial, la factura electrónica va cobrando poco a poco un papel más protagónico para reducir las cargas administrativas, sobre todo en Europa y América Latina, destacando en este continente Brasil y Chile.
En resumen, se puede decir que en Latinoamérica, el esquema comparte ciertas características, como por ejemplo que la factura electrónica está siendo impulsada por parte del sector público, que el proceso se apoya en la participación de terceros y que la seguridad es un tema prioritario, por lo que se adoptan esquemas de firmas digitales.
En México, la facturación electrónica fue aprobada como medio de comprobación fiscal en mayo de 2004, aunque no de manera obligatoria. Sería hasta el 7 de diciembre de 2009 cuando en el Diario Oficial de la Federación se establecería que los cambios y modificaciones relativas a la emisión de comprobantes digitales entrarían en vigor el 1 de enero de 2011.
Lo que siguió fue la preparación del terreno para la adopción definitiva del comprobante digital como esquema único de facturación. Entre 2009 y 2010 inició la adopción de comprobantes fiscales digitales en PyMES. Aquellos que optaron por la modalidad de “medios propios” tenían permitido emitir comprobantes sin un proveedor hasta nuevo aviso.
El 14 de septiembre de 2010 se publicó en el Diario Oficial de la Federación la creación del Comprobante Fiscal Digital por Internet (CFDI), modelo en el que se requiere de un PAC para completar el proceso de generación de comprobantes. De modo que en 2011, aquellas empresas que no hayan optado por la modalidad “medios propios” se ven obligadas a emitir CFDI a menos de que tuvieran facturas vigentes.
Entre 2012 y 2013 quedaron sin validez, quedando los CFD por medios propios y los CFDI como únicos medios de comprobación. Mientras que para aquellos que tengan menos de cuatro millones de pesos en ingresos es posible el uso del Código de Barras Bidimensional (CBB).
Finalmente en 2014 desapareció el CFD por medios propios y disminuyó el límite para emitir CBB de cuatro millones de pesos a 250 mil pesos.
Según la SHCP, las cifras de contribuyentes que migran de la factura tradicional a la factura electrónica en el país son muy alentadoras, ya que por ejemplo el año pasado más de 3.7 millones de contribuyentes ya emitían estos comprobantes.
A partir del 1 de abril de 2014, el CFDI pasó a ser obligatorio para todos los contribuyentes, lo que causó una entrada masiva y después, durante el resto del año, siguieron entrando a un ritmo constante. El organismo fiscalizador recibía, en promedio, 12 millones de comprobantes, diariamente, cifra que creció a 34 millones de transacciones a partir de la fecha de migración.
El Servicio de Administración Tributaria (SAT) ha recalcado que México es líder internacional en la adopción de esquemas regulatorios que garantizan la seguridad de todos sus usuarios con el objetivo de facilitar el cumplimiento de las obligaciones de los contribuyentes y, por ende, aumentar la eficiencia recaudatoria.
“Hoy la Factura Electrónica en México es un modelo de clase mundial”, aseguran las autoridades fiscales. Entre los beneficios que aporta la adopción de este modelo el SAT destaca la emisión y recepción de comprobantes que cumplen con la normatividad fiscal; la validación de la autenticidad del emisor; la garantía de que el XML se expide conforme a la regla, la eliminación de riesgo de pérdidas de información; y el máximo nivel de seguridad en custodia de documentos, entre otras funciones.
LA FÓRMULA CORRECTA (TABLA)
Los requisitos que deben de reunir las facturas electrónicas para que sean válidos como comprobantes son los siguientes:
Clave del registro federal de contribuyentes de quien los expida.
Régimen fiscal en que tributen conforme a la ley del ISR.
Señalar el domicilio del local o establecimiento en el que se expiden las facturas.
Número de folio asignado por el SAT y el sello digital del SAT.
Sello digital del contribuyente que lo expide.
Lugar y fecha de expedición.
Registro Federal de Contribuyentes de la persona a favor de quien se expide.
Cantidad, unidad de medida y clase de los bienes, mercancías o descripción del servicio o del uso o goce que amparen.
Valor unitario consignado en número.
Importe total señalado en número o en letra.
Señalamiento expreso cuando la prestación se pague en una sola exhibición o en parcialidades.
Indicar el monto de los impuestos trasladados, desglosados por tasa de impuesto y en su caso, el monto de los impuestos retenidos.
Forma en que se realizó el pago (efectivo, cheque, transferencia electrónica o tarjeta de crédito o débito)
Fecha y hora de certificación.
Número de serie del certificado digital del SAT con el que se realizó el sellado.
MEJORA SUSTANCIAL
En general, la implementación de la factura electrónica es una transición positiva que contribuirá a que las empresas sean más eficientes, al tiempo que logrará simplificar procesos para el contribuyente. Optimiza el ciclo comercial, administrativo y logístico para el emisor y receptor.
Asimismo, contribuye a replantear y fortalecer los tramos de control y modelos de riesgo tributarios, a reducir las cargas administrativas inherentes al proceso y a generar una mayor seguridad jurídica tanto para quienes la emiten como para quienes la reciben. Todo esto dificulta la generación de comprobantes apócrifos que afectan a la economía formal, y disminuye los riesgos de fraude y evasión fiscal.
Además, es una carta de presentación ante diversos actores con los cuales es necesario trabajar en el medio financiero del país, abre las puertas al financiamiento con diversos proveedores, bancos e incluso dependencias del gobierno local o federal, dado que da formalidad en términos fiscales.
La facturación electrónica es un gran avance en materia de recaudación tributaria, aunque hay que dejar en claro que su instrumentación es un proceso a largo plazo que se irá optimizando para garantizar un mayor control y eficiencia de los recursos en la fiscalización.
INFORMACIÓN ÚTIL (TABLA)
Los contribuyentes pueden encontrar información sobre facturación electrónica en el portal del SAT (www.sat.gob.mx).
Es indebido que los proveedores o prestadores de servicios pidan a los compradores que ingresen a un portal para obtener su factura electrónica, pues es obligación del vendedor emitirla directamente.
La validez de los CFDI puede verificarse en el apartado https://verificacfdi.facturaelectronica.sat.gob.mx/ del portal del SAT; lo único que se necesita es ingresar, teclear el RFC del quien expide y quien recibe, además del folio fiscal y en cuestión de segundos es posible saber si se ha recibido un comprobante válido.
La expedición de CFDI es obligatoria, si en algún comercio se niega a hacerlo debe denunciarse en http://www.sat.gob.mx/informacion_fiscal/factura_electronica/Paginas/denuncia_comprobantes.aspx
Correo-e: [email protected]
