California comenzó ayer con una veintena de incendios activos tras un fin de semana en estado de emergencia debido a la virulencia de los fuegos que han arrasado miles de hectáreas, calcinando decenas de viviendas y obligando a evacuar a más de 13,000 personas. Según el último parte del Departamento Forestal y Protección Antincendios, CAL FIRE, la situación de máxima alerta continúa en el norte de California debido a los vientos y las tormentas con aparato eléctrico que se vienen repitiendo en la región desde la pasada semana.
La grave sequía que sufre el estado y las altas temperaturas veraniegas en algunos puntos hacen de esta zona "un polvorín", según palabras del gobernador de California, el demócrata Jerry Brown.