Una gran entrada se registró en el estadio de Frisco para apoyar a ambos equipos, aunque mayoría azulcrema. (Foto de Ramón Sotomayor)
No importaba la distancia a recorrer, para poder presenciar a su equipo favorito. El duelo era "amistoso", pero había un título en disputa, suficiente razón para que santistas y americanistas, colmaran el Toyota Stadium.
Playeras verdiblancas y amarillas, colmaron el inmueble al norte de Dallas, muy parecido al Estadio Corona, en cuanto a su infraestructura, soportando una elevada temperatura, que en el duelo preliminar entre Puebla y Morelia, rondaba en los 37 grados centígrados.
La mayoría eran seguidores emplumados, que no escatimaron en gastos para hacer acto de presencia en la casa del Dallas FC, que comanda la liga en la MLS de Estados Unidos, que se ha llenado de estrellas.
A Gonzalo Sanabria, capitalino de nacimiento y seguidor del conjunto de Coapa, no le fue imposible instalarse en el estado más grande de la Unión Americana, pese a radicar en Madison, Michigan, por lo que hizo el viaje junto a toda su familia, para lo cual ya había guardado sus dólares.
"Con tal de ver al Ame, hacemos sacrificios y hasta lo imposible, es lunes y acá andamos, aunque con el calor y la humedad, parecen vacaciones en Acapulco, bromeó el oriundo de la Ciudad de México.
La familia Ramírez de San Pedro de las Colonias, pero que vive en uno de los suburbios de Dallas, tampoco dejó pasar la ocasión y con sus playeras verdiblancos, hicieron acto de presencia.
"Somos de allá (La Laguna) pero aquí vivimos, es la manera de poder ver a nuestro equipo, el campeón de México", dijo de manera orgullosa Perla, quien se considera fiel seguidora de los Guerreros.
Los vendedores de souvenirs no desaprovecharon la ocasión y vendieron banderas y playeras. En Estados Unidos es muy común, que los aficionados utilicen las grandes banderas como capas.
Entre 10 y 15 dólares, es el costo de ellas y muchos de ellos hicieron su agosto. Originarios de Los Ángeles, Miguel dice que vale la pena, luego del éxito personal que tuvo en Carson durante la Copa Oro, en la fase de grupos.
En una ciudad donde reynan otros deportes, el Toyota Stadium se volvió una sucursal de la Liga MX, donde el castellano predominó en las diferentes secciones de la tribuna, inclusive en el grito unísono cuando despejaban los guardametas.
Los jugadores de Puebla, que habían conseguido en el partido preliminar la Súper Copa MX, observaron el primer tiempo desde la portería norte, para al medio tiempo retirarse a su hotel de concentración.
Un éxito en cuanto a la asistencia se refiere y en lo económico, resultaron ambos encuentros, sobre todo al poner a los dos últimos campeones de la Liga MX, que seguramente repetirá la disputa de estos títulos previo al arranque de los torneos del Clausura, durante el verano, en alguna ciudad norteamericana.
