Calla el mariachi en Guadalajara

El único equipo "grande" del futbol mexicano que quedaba en la liguilla fue despachado y de fea manera por unos Guerreros que han encontrado su máximo nivel en estas instancias.

Más de 40 mil almas, en uno de los estadios de futbol más modernos y funcionales de América Latina, fueron testigos del gran planteamiento de Pedro Caixinha, en lo que era su cuarta semifinal en el quinto torneo con los albiverdes.

Antes del encuentro, el cielo amenazaba con echar a perder el duelo en Zapopan. A menos de horas del choque entre tapatíos y laguneros se registró una ligera llovizna y salió barato, ya que los truenos y relámpagos presagiaban una gran tormenta.

Pero esa tormenta fue para los aficionados rojiblancos, quienes vieron cómo sus Chivas fueron dominadas en la cancha, en un resultado que se reflejó y evidenció que la goleada que le dieron a su archirrival Atlas fue apenas un espejismo.

Con todo y los problemas de la directiva tapatía entre Jorge Vergara y Angélica Fuentes, los Guerreros no se tocaron el corazón y sentenciaron la eliminatoria con clase y estilo.

Mientras que el "Chepo" de la Torre de manera desesperada daba indicaciones desde el banquillo como león enjaulado en su zona técnica, Caixinha, más tranquilo, sólo ajustaba sus líneas.

Ni el mariachi que tocó la música de la tierra del tequila, ni el aliento de su afición impidieron que los laguneros volvieran a imponerse en un estadio donde han dominado al Rebaño Sagrado en los últimos torneos.

Conscientes que todavía no han ganado, los jugadores albiverdes saben que están cerca de alcanzar un nuevo título del futbol mexicano, algo que sería histórico, coronándose fuera de la Comarca.