Sorpresivo cierre de torneo ha tenido Santos Laguna, que tenía que aprovechar un calendario relativamente sencillo (en el futbol actual no hay partidos simples, pero vamos, no se enfrentó a Tigres ni Veracruz ni Chivas ni Atlas) sino a equipos de la parte baja de la tabla como Morelia, U de G, Pumas y Jaguares. Con esto no quiero demeritar el gran cierre del equipo, simplemente apunto que el equipo lagunero supo tomar tan relativa ventaja y ha ido acumulando puntos que lo han metido de lleno en la pelea.
Acaso el rival más complicado fue el último, Pachuca, que sigue con aspiraciones de liguilla y jugó como local. Los partidos en los que más me ha gustado el desempeño de Santos Laguna han sido precisamente como visitantes: ante Toluca, Pumas y Pachuca. Y los resultados fueron los tres posibles: empate, derrota y victoria.
Conforme los resultados llegaron y las declaraciones explosivas de Pedro Caixinha cesaron, la calma retornó (momentáneamente, esto en cualquier momento se detona de nuevo). No soy fan (me gustaba, pero en el último año deportivo no he estado de acuerdo con sus decisiones y actitudes) del entrenador del Santos, pero si el equipo va a conseguir los puntos que ha adquirido, no importa cómo o quién sea el técnico en turno. El bienestar del Santos está por encima de cualquier gusto personal y tanto a Pedro como al equipo les deseo les vaya de lo mejor en este cierre de temporada.
Quizá lo que falte ajustar es el juego limpio, refiriéndome al buen gusto por jugar futbol, a las formas que convenzan realmente a la tribuna. Ya vimos en el partido contra UdeG que ganar no es suficiente, el público no salió contento esa noche a pesar de que se ganó el partido. En Santos es muy importante cómo se gana.
Y la mayor prueba está en cómo se ganó en Pachuca. Haciendo a un lado el primer tiempo, que fue mal jugado por los dos equipos (podría analizar eso, pero esta vez me quedaré con lo positivo), en el segundo Santos se adueñó de la media cancha, tocó mucho la pelota y con los excelentes trazos de Néstor Calderón (irreconocible, el muchacho) y el gran juego que está brindando Andrés Rentería se pudo lograr el resultado. Mención aparte al excelente gol de Alonso Escoboza, quien finalmente demostró decisión en el momento importante y no fue hacia atrás o equivocó la decisión final en el segundo clave. Su gol fue de oro y metió a Santos a la pelea.
Puebla viene por el empate. Con ello aseguran su permanencia en Primera División. Santos debe ser muy inteligente para no sólo irse arriba en el marcador, cosa que seguro conseguirá, sino mantener el resultado a su favor, que es por mucho lo que más se le complica y lo que más le ha costado.
