Un grupo de unos 40 neonazis irrumpió en una concentración sindical del Primero de Mayo en la ciudad alemana de Weimar, para asaltar a continuación su tribuna, arrebatar el micrófono al orador y provocar un tumulto en que al menos 15 personas resultaron heridas.
El ataque se produjo mientras se dirigía a los presentes el diputado socialdemócrata en el Bundestag (Parlamento federal), Carsten Schneider, sobre el que los radicales se lanzaron gritando proclamas ultraderechistas.