Fe y devoción. En Canatlán se llevó a cabo el tradicional vía crucis.
Sin incidentes y con la vigilancia permanente de elementos de seguridad y Protección Civil, culminó el vía crucis viviente, al que acudieron alrededor de 12 mil personas que se concentraron en las principales calles de la ciudad.
Autoridades municipales mantuvieron un operativo que también abarcó las áreas de limpieza y vialidad para apoyar esta actividad impulsada por el arzobispado.
Entre vallas humanas y bajo un cielo nublado, más de 60 actores principales y secundarios dieron vida a las 14 estaciones en el camino hacia la cruz, partiendo de la sede de la Arquidiócesis de Durango hasta llegar al Cerro del Calvario, por la Avenida 20 de Noviembre de la capital.
El recorrido comenzó con el pasaje de la oración en el Huerto de los Olivos y la aprehensión de Cristo, para dar paso a la primera estación frente al museo 450, con su presentación ante Poncio Pilato y la sentencia a muerte.
A la altura de Catedral,Jesús cayó por primera vez y en el corredor Constitución se encontró con su madre, María. Al cruzar por calle Zaragoza Verónica limpió su rostro, después, frente al templo de San Agustín, se derrumbó por segunda ocasión y por tercera en las calles de la Cruz y Florida.
En el teatro del Calvario se extinguieron los últimos instantes de la representación de la vía dolorosa.
EN OTROS MUNICIPIOS
En los 39 municipios de Durango se siguen realizando las representaciones de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús, lo que se conoce como el Triduo Pascual, desde la llegada de Jesús que fue celebrado el domingo de ramos pasado, hasta el vía crucis celebrado durante todo el viernes.
Pero no sólo en las cabeceras municipales se realizaron estas representaciones de lo que se vivió hace dos mil 14 años atrás, también en la gran mayoría de los más de cinco mil pueblos que tiene el estado se hicieron este tipo de representaciones, diferentes en cada pueblo, pero con un solo objetivo, vivir y recordar el Triduo Pascual.
A esta Semana Santa sólo le queda la celebración que se conoce como Sábado de Gloria durante la noche del sábado para terminar con el Domingo de Resurrección.
