Agradece mexicano presencia en Berlinale

El cineasta mexicano Joshua Gil, quien dirigió La maldad, una de las películas mexicanas que fueron seleccionadas para presentarse en la Berlinale, aseguró que en su filme trató de buscar una forma poética de expresar un sentimiento humano.

El joven realizador no se imaginó hace tres años, cuando rodó el largometraje, que iba a ser seleccionada para proyectarse en el marco del Festival Internacional de Cine de Berlín, la Berlinale.

"Yo sólo tenía la intuición de que la película debía ser muy honesta, tenía que ser un ejercicio de libertad pura y que el resultado, fuese lo que fuese, iba a tener una repercusión", aseguró.

"La Berlinale para mí es una grata sorpresa, estoy muy contento de que nos hayan invitado y de estar representando de una manera independiente al cine mexicano.

"No tuvo ningún tipo de apoyo económico, por lo tanto es ciento por ciento independiente. Esa libertad se nota en su temática, en su estructura, en su diseño de producción. Creo que es original y es honesta", señaló Gil.

Expresó que "la reacción a la película en Berlín ha sido impresionante, el público que la ha visto la ha acogido, la ha observado con detenimiento, ha estructurado preguntas de una calidad humana muy grande y las ha expresado al término de las funciones, donde hemos estado presentes", comentó.

La película se ha proyectado en Berlín en dos ocasiones en el marco de la Berlinale, y las salas han estado llenas.

Joshua Gil manifestó que el largometraje habla de cómo sobrevive la gente de estrato social humilde y que día a día se ve obligada por la situación, por la vida y las emociones, a tratar de salir adelante, de cumplir sus sueños llevando a cabo acciones que probablemente no son justificables para nadie.

La productora de la película Fabiola de la Rosa aseguró en entrevista en Berlín que la producción de la cinta se dio de manera fluida, "fue una producción entre amigos que tenemos una muy buena relación. La dificultad estuvo en coordinar las agendas de todos, pero fue un proceso muy bonito".

El equipo de filmación estuvo integrado por ocho personas y además los actores. Joshua Gil ya tenía escrito el guión desde hace tiempo y a partir de que se pusieron de acuerdo tardaron casi mes y medio en la preproducción.

Después estuvieron rodando cinco semanas distribuidas en ocho meses, para esperar a que las condiciones climáticas y de salud del protagonista fueran las idóneas para filmar lo que querían.

Fabiola de la Rosa precisó que las locaciones fueron en Puebla, Tlaxcala, Veracruz y la Ciudad de México, básicamente en el campo, los bosques y en situaciones de neblina. Joshua quiso que la luz y las condiciones climáticas fueran las originales.

"Él quería que la película se viera muy documental, pero al mismo tiempo muy cuidada. A mucha gente del público le ha encantado la fotografía", comentó.

"El proyecto me gustó por ser independiente. Joshua llegó a mí con unas pocas páginas de guión, lo que es bastante arriesgado para la producción. Dijo que íbamos a ir construyendo sobre la marcha y para mí eso no era fácil para la producción.

"Pero creí en el proyecto. Lo conozco desde hace años, ya había trabajado con él, conozco su estilo y sabía que es bastante riguroso en lo que hace. La historia me gustó y eso me convenció para entrar con todo en el proyecto, para echar toda la carne al asador por él y por el proyecto", dijo.