Tengo 38 años como profesional y siempre he dicho que no habría algo más glorioso que retirarme en esta arena, señalo el llamado Mosco de la Merced. (Archivo)
Luego de 11 años después Fuerza Guerrera regresará a casa, la arena México, y espera que cuando este domingo entre al vestidor, su categoría de estrella borrará cualquier mancha del pasado.
“Tengo 38 años como profesional y siempre he dicho que no habría algo más glorioso que retirarme en esta arena. Sé que he lastimado mucho a la empresa, pero no tengo con qué pagar una oportunidad como ésta”, señaló.
Pisar de nueva cuenta este ring, el cual besó hace unas semanas como tributo al destino por regresarlo a él, es una satisfacción que no puede ocultar. “Lo hago con mucho orgullo para esta gran batalla; Negro Casas es un ícono de la empresa y la lucha libre, pero antes de que él llegara yo ya era estrella”.
Recuerda que una batalla entre ambos le abrió las puertas a los pesos chicos en los inicios de los 80. “Éramos novatos, pero con todas las ganas en busca de un lugar, la lucha libre nos bendijo y desde entonces somos estrellas. Él salió de la empresa, yo me quedé en el Consejo y gané varias máscaras”.
Y hacerlo contra Casas lo invade de nostalgia: “Con él quedaron cuentas pendientes y sería un excelente rival en un máscara contra cabellera. Me siento en casa, la empresa me formó como ser humano y profesional, me hizo gente de bien. Así que el estar aquí es un honor y el Negro no es intocable”.