La caída en el precio de la mezcla mexicana a 40 dólares por barril amenaza los proyectos en campos de exploración profunda, donde extraer un barril está en ese rango de precios.
Fluvio Ruiz, consejero de Pemex Petroquímica, afirmó que existe el riesgo de que Pemex evite los proyectos en aguas profundas y que las futuras rondas energéticas se declaren desiertas.
Desde su máximo en junio de 2014, cuando el barril se cotizó en 102.41 dólares, la caída del precio de la mezcla mexicana ha sido de 60 por ciento. Ruiz aseguró que el hecho de que dos empresas grandes no puedan asociarse, tal como se asienta en las bases de las licitaciones, inhibirá la participación. "Al tener que ir solas todas las operadoras, incluido Pemex, con la perspectiva de los precios, habrá menos incentivos para participar, sobre todo en los proyectos que requieran mayor inversión", admitió.
La caída en los precios del petróleo también afectarán la Ronda Uno, principalmente en proyectos de gas shale, afirmo Miguel Messmacher, subsecretario de ingresos de Hacienda.
"Donde probablemente sí vamos a tener que realizar ajustes es en lo que toca a campos de shale. Esos campos tienden a ser de baja rentabilidad", explicó.
En el caso de los campos de petróleo en aguas someras o campos terrestres, que tienden a ser de bajos costos, no se anticipa un impacto relevante.
"Incluso podríamos observar un fenómeno contrario porque, en un escenario de bajos precios, las empresas podrían tener rentabilidad aquí que ya no tienen en otros campos que están explotando en otros lados", detalló.
El secretario general de la OCDE, José Angel Gurría, señaló que la posibilidad de importar a México hasta 100 mil barriles de petróleo ligero diarios de Estados Unidos debe verse como un símbolo de la cooperación entre ambos países y señaló que el país está listo para más reformas.
El secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) destacó que también es un mensaje positivo de dicha cooperación, en especial cuando se toma en cuenta que Estados Unidos no es un país que se dedique a exportar crudo. Además, comentó, tiene sus ventajas técnicas, pues el petróleo ligero se adapta mejor a las necesidades de las refinerías mexicanas y para complementar la mezcla mexicana que tiende a ser más pesada.
