Tras la estrepitosa derrota que sufrió Santos Laguna en la jornada 10 como local ante América con aquellos fantasmagóricos goles de Layún, me detuve a revisar el futuro calendario de Santos y sentí confianza por lo amable que se presentaba. Acaso la visita ante Tigres presentaba una seria complicación (se logró el empate a uno), pero Morelia, Chiapas, Pumas, U de G y Pachuca no parecían ser los grandes sinodales y el barco bien se podía enderezar.
Sin embargo en todos los juegos siguientes se sufrió sobremanera. Ante Morelia, aunque se dominó todo el juego y los delanteros se cansaron de fallar (lo que ha sido una constante en el equipo este torneo) se empató como local y, lo que es peor, con un gol de Carlos Adrián Morales, que salió de Santos más como villano que otra cosa. Llegaron los abucheos y la historia que todos conocemos de Caixinha y sus declaraciones.
Ante Chiapas simplemente se perdió. Lo he dicho reiteradamente, en el futbol se puede ganar y perder, pero duele más cuando alguien que salió de la institución por no tener los argumentos necesarios o la capacidad para quedarse, es quien propina la derrota. En este caso Sergio Bueno, técnico de bajo perfil, despedido de Santos en dos ocasiones, fue el verdugo.
Contra Pumas, de local nuevamente, se iba ganando y con un golazo de Ludueña, que dolió a la tribuna por tratarse de quien se trataba, se perdió la ventaja y los visitantes sacaron el empate con un hombre menos, recordando la expulsión de Alejandro Palacios en la portería.
De visita contra los Leones Negros de la U de G, en un partido que se tenía ganado, controlado, calculado y todo lo terminado en ado, una desatención de Oswaldo Alanís hace que el árbitro marque un penal en contra y que los discretos tapatíos rescataran el empate. Una vez más se perdieron dos puntos en un partido que ya se tenía ganado, recordando a Morelia y Pumas.
Es por eso que se debe dimensionar la victoria ante Pachuca. Santos nuevamente dominó, jugó buen futbol, llegó tantas veces al arco contrario, pero se dejó empatar al último minuto ¡y con dos hombres de más! Que el árbitro no haya dado por bueno el gol de los Tuzos fue cuestión de suerte y casual, pero no siempre se podrá contar con los errores arbitrales, sino con una buena planeación defensiva para mantener o incrementar un resultado, pero no perderlo.
Mientras esto se minimice, no se reconocerá el problema y mucho menos se solucionará. ¿Que cuál es? Aunque juega muy bien, Santos no está sabiendo manejar los resultados, peor cuando es como local y ante equipos que pocas aspiraciones tienen en el torneo.
Cuando Oswaldo Sánchez bromea diciendo que no importa calificar en octavo lugar, que el que llega al último a la fiesta es de los últimos en irse, aunque chascarrillo al fin y al cabo, es una forma de justificar los pocos resultados que ha tenido Santos en el actual torneo y que a la gente ha desesperado. Minimizar el mal manejo de las ventajas, hacer como que no pasa nada siempre y cuando se gane o califique en el lugar que sea y maximizar la Copa MX, son los problemas que veo Santos pueda tener para conseguir sus objetivos inmediatos.
Twitter: @AlexRodriguezSa
