El sitio está rodeado de cerros revestidos de pinos que le dieron un toque suave y místico al evento de ayer.
ANTIGUA OLIMPIA, GRECIA.- Las olimpiadas regresaron al lugar de su nacimiento el miércoles y algunos de los espectadores que se sentaron en la hierba bajo el candente sol en el estadio del siglo IV A.C. juraron que ese era un evento para complacer a los dioses de la antigua Grecia.
Si los dioses no estuvieron complacidos, entonces son unos amargados. Todo el mundo estaba animando, aplaudiendo y en el caso de los atletas de impulsión de bala, pujando y gritando. Un médico griego de edad avanzada calladamente derramó lágrimas de alegría.
“Siento el espíritu de los antiguos griegos aquí”, dijo la estudiante Maria Majoura, quien fue con su familia desde el norte de Grecia para observar a más de 80 atletas competir en las eliminatorias y las finales de impulsión de bala, un evento que permitió que las mujeres participaran por primera vez en el hogar de las antiguas olimpiadas.
No queda mucho en pie en el campo de 40 acres de Olimpia pero las excavaciones han producido toneladas de fragmentos y piezas de columnas y otros objetos que yacen sobre el suelo de forma espectacular.
El sitio está rodeado de cerros revestidos de pinos que le dieron un toque suave y místico al evento de ayer.
Un anunciante dijo a la audiencia por un altavoz que “aunque este es un lugar sagrado, aplaudir y animar a los atletas es aceptable”.
La multitud de aproximadamente 4,000 personas estaba reunida en un estadio que tenía solamente algunos artefactos del pasado, entre ellos una pista de mármol para velocistas.
La gente se sentó en una ladera de hierba quemada para ver a los atletas hacer sus giros desde una serie de círculos mientras que los jueces con sombreros de paja, camisas blancas y corbatas a rayas, evaluaban sus esfuerzos.
“Esto parece un campo de escuela pero está repleto de historia”, dijo un griego que se identificó solamente como Alex.
La estadounidense Kristin Heaston, la primera mujer que compite en Olimpia, no calificó para la final.
Pero aceptó su derrota con gracia: “ Tuve que pensar sobre lo que estaba haciendo en el campo de competencia, no en lo que estaba haciendo en la historia. Ahora que terminé puedo concentrarme e incluso tomar algunas fotografías. Fue un largo viaje para que yo lanzara 17 metros”.
Heaston estaba claramente decepcionada pero al igual que otros atletas que no tuvieron éxito en Olimpia, se sentía honrada simplemente por estar allí.
La palabra “imponente” fue utilizada y reutilizada por los competidores. Aún cuando perdieron o ganaron: llegaron a las alturas de Olimpia.
