En octubre, la prensa internacional publicó la nota sobre el vuelo hipersónico de una nave China, que, según afirman, podría portar misiles nucleares y luego de circundar la tierra y lanzarlos podrá regresar a su base y ser preparada para otra misión.
Al parecer la República Popular China lleva la delantera bélica en el tema aeroespacial, por encima de Rusia y los EUA, representando una nueva amenaza a la paz mundial, considerando que la otra guerra, la comercial, está llevando a los países poderosos al enfrentamiento por el choque de intereses.
Los rusos no se han quedado tan atrás y desarrollan sus propias armas espaciales que, según conocedores, pueden volar a una velocidad superior a los seis mil kilómetros por hora.
Moscú anunció que había lanzado su nuevo misil hipersónico "Zircon" desde un submarino nuclear, declarando que en unos meses entrarán en funciones; luego destruyó un satélite generando más chatarra espacial.
Por su parte, los EUA, se han mantenido en relativo silencio, sin mencionar sus avances tecnológicos de guerra; conociendo el espionaje militar que existe, sin duda, no se quedan fuera de la irracional carrera.
Curiosamente, las inmensurables inversiones que los países ricos hacen en tecnología de guerra se han transformado en un gasto inmoral al ser inútiles ante la nueva tecnología; como ejemplo, los obscenos gastos en barcos de combate -portaaviones- que, citando fuentes, no tendrán oportunidad de defensa ante un ataque desde el hiperespacio. Brutal desperdicio de dinero.
Desde mediados del siglo anterior, con la creación de la ONU en 1945, se han lanzado llamados para la paz pidiendo el desarme internacional y, junto a ello, la petición de sensibilidad ante la pobreza del llamado tercer mundo; ningún país ha atendido el llamado y AMLO, les propone que regalen dinero. Inaplicable.
En contraparte, la pobreza sigue avanzando en el mundo, creciendo, ampliando cada día la brecha entre ricos y pobres, comparada no solo entre países, también al interior de ellos. Nosotros tenemos alrededor del 10% más de pobres, sea por efectos de la crisis económica internacional, la epidemia y/o por la desastrosa administración pública.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe -CEPAL-, mide la pobreza en función del ingreso personal y la subdivide en alimentaria, educativa, de vivienda y servicios públicos -agua potable, electricidad, etc.- y en todos los rubros estamos reprobados y en incremento. Quienes tienen todas las deficiencias, entran a la definición de míseros.
El Programa de las Naciones Unidas contra la pobreza, ha denunciado que las poblaciones rurales tienen incrementos del 17.2% de pobres, tres veces mayores a las urbanas y que 500 millones de personas se sumarán como efecto de la pandemia del coronavirus.
También informa que esos países pobres -África, Latinoamérica-, tuvieron pérdidas en sus ingresos, superiores a los 220 mil millones de dólares y estiman que el 55% de la población mundial no tiene acceso a la protección social -salud, seguridad, etc.-
Además, el desempleo creció y alcanzó a otros 50 millones de personas, considerándose como la mayor crisis de los últimos 100 años de la humanidad. Nosotros aportamos alrededor de 10 millones.
Aún con las políticas de reactivación económica más acertadas -para variar los países ricos- el tiempo de reposición es largo y los costos de recuperación muy altos.
Países como los EUA, han aplicado miles de millones de dólares al apoyo a los más pobres, incluyendo programas de tipo humanitario y estímulos fiscales con préstamos de riesgo para los clasemedieros afectados, quienes tienen, históricamente, la mayor carga en el autoempleo y generación de otros más. Nosotros, creamos nuevas tasas impositivas y llegamos a cancelar estímulos fiscales -las ONGs desaparecerán- y todos los mayores de 18 años deberán declarar tengan o no ingresos.
A todo ello, sumemos las principales causas de la migración ilegal que padecemos, además de las causadas por los interesados ocultos, que las permiten y hasta promueven con patrocinios. Que doloroso leer la noticia en los diarios regionales el caso de la bebé fallecida por hambre y enfermedad no atendida; sus padres, inmigrantes centroamericanos ilegales, ¡esperaban que se curara por sí sola!
Le recuerdo que la educación es el único remedio -al mediano plazo- que puede combatir la pobreza y, en nuestro caso, también la estamos minando, hasta llegar a agredir a instituciones líderes de Latinoamérica -UNAM- que han cometido el pecado de defender la libertad del pensamiento.
El empobrecimiento de Latinoamérica es doloroso -el nuestro incluido- y las vías de recuperación no son suficientemente efectivas; en contraparte, las posturas políticas se han extremado y la misma pobreza ha favorecido la promoción de las posturas radicales -izquierda y derecha- quienes con aparentes buenas pretensiones, están tomando decisiones que nos conducen a la miseria.
Imagine los dineros de la guerra aplicados a combatir la desigualdad. ¿Qué utopía… verdad?
ydarwich@ual.mx