A paso lento se avanzaba por la avenida Juárez de Torreón, entre las calles Múzquiz y Juan Antonio de la Fuente. Creyentes y ambulantes atiborraron las arterias aledañas a la Parroquia de Guadalupe. Todos querían llegar ahí. Todos querían darle las gracias a la Señora de los Cielos por los favores recibidos, por devolverles la fe cuando ya habían perdido toda esperanza.
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A paso lento se avanzaba por la avenida Juárez de Torreón, entre las calles Múzquiz y Juan Antonio de la Fuente. Creyentes y ambulantes atiborraron las arterias aledañas a la Parroquia de Guadalupe. Todos querían llegar ahí. Todos querían darle las gracias a la Señora de los Cielos por los favores recibidos, por devolverles la fe cuando ya habían perdido toda esperanza.
A paso lento se avanzaba por la avenida Juárez de Torreón, entre las calles Múzquiz y Juan Antonio de la Fuente. Creyentes y ambulantes atiborraron las arterias aledañas a la Parroquia de Guadalupe. Todos querían llegar ahí. Todos querían darle las gracias a la Señora de los Cielos por los favores recibidos, por devolverles la fe cuando ya habían perdido toda esperanza.Fotos: 14 de diciembre 2005