Sabor a poco le quedó a la leal afición chilena, convencida como estaba de que todo estaba puesto para ser campeones y de que el 1-1 que trajeron de México y su condición de local en este partido harían imposible una derrota.
Sabor a poco le quedó a la leal afición chilena, convencida como
estaba de que todo estaba puesto para ser campeones y de que el 1-1
que trajeron de México y su condición de local en este partido harían
imposible una derrota.Foto: EFE, Notimex
publicada el 14 de diciembre de 2006