Cuando Michael Jackson se convirtió en una superestrella hace más de tres décadas, irresistiblemente atractivo con sus mejillas abultadas y su abundante cabellera, tal vez lo más sorprendente del niño fenómeno era lo adulto que parecía. Aunque de sólo 12 años (sus tutores decían que tenía 10 para hacerlo ver aún más precoz), Jackson se movía en el escenario como un veterano. Con sus proezas al vocalizar y su deslumbrante movimiento de pies, realmente parecía ser alguien de mayor edad.
Cuando Michael Jackson se convirtió en una superestrella hace más de tres décadas, irresistiblemente atractivo con sus mejillas abultadas y su abundante cabellera, tal vez lo más sorprendente del niño fenómeno era lo adulto que parecía.
Aunque de sólo 12 años (sus tutores decían que tenía 10 para hacerlo ver aún más precoz), Jackson se movía en el escenario como un veterano. Con sus proezas al vocalizar y su deslumbrante movimiento de pies, realmente parecía ser alguien de mayor edad.Foto: AP, Reuters
13 de junio de 2004
publicada el 13 de junio de 2005