Para un niño polaco nacido en 1920, hijo de un obrero y oficial del ejército, la posibilidad de acabar siendo Papa, era, cuando menos, remota. La ocupación nazi encontró en la universidad, estudiando Filología polaca. El joven Karol Wojtyla consiguió seguir estudiando en horario nocturno, pero tuvo que empezar a trabajar por el día en una cantera y en una industria química. Aún tenía tiempo, sin embargo, para el teatro. En esos años de represión nazi, los escenarios servían de plataforma para la resistencia y la conciencia patriótica. Conoció a un célebre actor y dramaturgo y nuestro futuro Papa entró en el mundo del teatro. Incluso el joven Wojtyla escribió su propia obra dramática. Nunca abandonó una de sus grandes pasiones: el deporte, una afición que le acompañó a lo largo de su vida. Pero estas actividades no le apartaron de su vocación sacerdotal.
Para un niño polaco nacido en 1920, hijo de un obrero y oficial del ejército, la posibilidad de acabar siendo Papa, era, cuando menos, remota. La ocupación nazi encontró en la universidad, estudiando Filología polaca. El joven Karol Wojtyla consiguió seguir estudiando en horario nocturno, pero tuvo que empezar a trabajar por el día en una cantera y en una industria química.
Aún tenía tiempo, sin embargo, para el teatro. En esos años de represión nazi, los escenarios servían de plataforma para la resistencia y la conciencia patriótica. Conoció a un célebre actor y dramaturgo y nuestro futuro Papa entró en el mundo del teatro. Incluso el joven Wojtyla escribió su propia obra dramática.
Nunca abandonó una de sus grandes pasiones: el deporte, una afición que le acompañó a lo largo de su vida. Pero estas actividades no le apartaron de su vocación sacerdotal.Fotos: AP, Reuters y EFE
01 de abril 2005.
publicada el 01 de abril de 2005