Cuando el papa Juan Pablo II pisó por primera vez tierra latinoamericana y se hincó para besar el suelo se produjo un pequeño milagro. Una corriente eléctrica sacudió a los fieles e hizo vibrar a los curiosos. 'Amor a primera vista', susurró un espectador. Era el carisma, ese don indefinible que tienen los elegidos y que los torna centro de la atención dondequiera que vayan. Aquí el aún presidente cubano Fidel Castro recibió al Papa el 25 de enero de 1998 en la isla caribeña.
Cuando el papa Juan Pablo II pisó por primera vez tierra latinoamericana y se hincó para besar el suelo se produjo un pequeño milagro. Una corriente eléctrica sacudió a los fieles e hizo vibrar a los curiosos. "Amor a primera vista", susurró un espectador. Era el carisma, ese don indefinible que tienen los elegidos y que los torna centro de la atención dondequiera que vayan.
Aquí el aún presidente cubano Fidel Castro recibió al Papa el 25 de enero de 1998 en la isla caribeña.Fotos: AP, Reuters y EFE
01 de abril 2005.
publicada el 01 de abril de 2005