Los sonidos del caracol y los tambores inundaron el inmueble, que pronto se vio atestado de penachos de brillantes colores con la Danza de los Quetzales. Al fondo un cielo azul y el recorrido iniciaba en la época prehispánica.
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Los sonidos del caracol y los tambores inundaron el inmueble, que pronto se vio atestado de penachos de brillantes colores con la Danza de los Quetzales. Al fondo un cielo azul y el recorrido iniciaba en la época prehispánica.
Los sonidos del caracol y los tambores inundaron el inmueble, que pronto se vio atestado de penachos de brillantes colores con la Danza de los Quetzales. Al fondo un cielo azul y el recorrido iniciaba en la época prehispánica.FOTO EL SIGLO DE TORREÓN
29 de octubre de 2004
