La capital italiana amaneció blindada, con un dispositivo de seguridad sin precedentes, que disuadió a muchos ciudadanos de hacer su vida normal, hasta el punto de que el habitualmente bullicioso centro histórico apareció durante muchas horas casi desierto.
La capital italiana amaneció blindada, con un dispositivo de seguridad sin precedentes, que disuadió a muchos ciudadanos de hacer su vida normal, hasta el punto de que el habitualmente bullicioso centro histórico apareció durante muchas horas casi desierto.Foto: AP y EFE 04 de junio de 2004
publicada el 04 de junio de 2004