Pero en un Viernes Santo no importa. La fe está antes que el lugar de donde uno viene. Por eso en la carretera del Cerro de las Noas, lo mismo caminan personas con zapatos gastados que vestidos con ropa de marca.
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Pero en un Viernes Santo no importa. La fe está antes que el lugar de donde uno viene. Por eso en la carretera del Cerro de las Noas, lo mismo caminan personas con zapatos gastados que vestidos con ropa de marca.
Pero en un Viernes Santo no importa. La fe está antes que el lugar de donde uno viene. Por eso en la carretera del Cerro de las Noas, lo mismo caminan personas con zapatos gastados que vestidos con ropa de marca.Foto: Ramón Sotomayor
09 de abril de 2004.