Entre las paredes de algunas casas de Ciudad Acuña, un rincón remoto de la frontera entre Coahuila y Texas, hay un número indeterminado de migrantes haitianos aterrados. No ponen un pie en la calle por miedo a las detenciones y sólo abren la puerta a las voces amigas. Forman parte de algunos de los miles de haitianos que establecieron brevemente un campamento en la ciudad fronteriza de Del Río en Texas y que han encontrado una mano amiga al otro lado del río, en Ciudad Acuña, México.
Autor: AP, publicada el 26 de septiembre de 2021