Elena Valeña y su hija descansan en el interior de su casa en una zona deprimida de Quezon.En chozas levantadas sobre una montaña de basura, junto a las vías del tren, debajo de puentes y autopistas o sobre lápidas de cementerios, cuatro millones de personas sobreviven hacinadas en la mayor extensión metropolitana de barrios marginales en Manila.
Autor: EFE, publicada el 13 de junio de 2019