A decir de la encargada de la Galería Episcopal, Alicia Juárez, se trata de una escultura tallada en madera y esculpida por Felipe de Ureña, un maestro ebanista de la época; data de 1744.La costumbre de rendir homenaje a San Jorge se mantiene en Durango debido a la fe que le tienen los fieles católicos a quien le atribuyen la protección contra las picaduras de animales ponzoñosos.
Autor: JOSÉ ANTONIO RODRÍGUEZ , publicada el 23 de abril de 2018