Francisco llegó con su fiesta aparte, contento, bromista y sentimental, dejó que sus emociones pasarán del calor a lo frío en instantes.El sabor cubano, la música cubana, el sonido de las claves, los bongós, el son, el piano, el acento cubano, Pablo y Pancho, la conjunción de todos esos elementos hicieron del Centro Histórico de Durango un pedazo de La Habana.
Autor: LEÓN CARMELO ALVARADO, publicada el 15 de octubre de 2017