Desde Pete Sampras en Wimbledon 2000, nadie había ganado un Slam sin haberse tenido que medirse a un rival situado entre los 20 mejores del mundo.
Rafael Nadal culminó una temporada de admirable resurgimiento con una gran exhibición frente a Kevin Anderson y conquistó ayer su tercer título en el Abierto de Estados Unidos y la 16ta corona en un grand slam para el tenista español, que ha mostrado una ambición infinita.
Autor: AGENCIAS, publicada el 11 de septiembre de 2017