En algunos momentos tanto los trabajadores como el gobernador tenían que gritarse entre sí, pero más que nada porque el maestro de ceremonias alzaba la voz y la banda de música del Estado tocaba más fuerte cuando los trabajadores se acercaban al mandatario, lo que provocaba el alza de voz.
A diferencia de desfiles del Día del Trabajo de otros años, el de esta ocasión se diferenció porque los trabajadores llegaron hasta donde estaba el gobernador para "gritarle" las quejas cara a cara, sin necesidad de que éste se replegara del sitio.
Autor: LEÓN CARMELO ALVARADO, publicada el 02 de mayo de 2017