Cada vez que podían, los padres traían a Jonathan a Durango, su lugar de origen que le gustaba visitar y el sitio de su eterno descanso.
A 16 días de haber perdido la vida en un tiroteo registrado en San Bernardino, California, fue sepultado el niño Jonathan Martínez Guerrero en el poblado Refugio Salcido, del municipio de Durango.
Autor: ROBERTO CÁRDENAS ORONA, publicada el 27 de abril de 2017