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A partir de ahí su labor no ha parado. “Para mí era muy difícil ver pasar a los perros en la calle y cerrar los ojos, no hacer nada. Decidí ser activista y realmente hacer algo por ellos”.

A partir de ahí su labor no ha parado. “Para mí era muy difícil ver pasar a los perros en la calle y cerrar los ojos, no hacer nada. Decidí ser activista y realmente hacer algo por ellos”.

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Una nueva esperanza

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A partir de ahí su labor no ha parado. “Para mí era muy difícil ver pasar a los perros en la calle y cerrar los ojos, no hacer nada. Decidí ser activista y realmente hacer algo por ellos”. A partir de ahí su labor no ha parado. “Para mí era muy difícil ver pasar a los perros en la calle y cerrar los ojos, no hacer nada. Decidí ser activista y realmente hacer algo por ellos”.

A partir de ahí su labor no ha parado. “Para mí era muy difícil ver pasar a los perros en la calle y cerrar los ojos, no hacer nada. Decidí ser activista y realmente hacer algo por ellos”.Si hacerse cargo de una mascota resulta una tarea complicada con el ritmo de vida hoy en día, tener a cargo 70 perros parecería una misión imposible. No así para Martha Téllez, quien, a sus 31 años, divide su vida entre criar a su hija, cursar el octavo semestre de Veterinaria, y dirigir Corazón Canino, un albergue que le ofrece una nueva esperanza a los perros de la calle.

Autor: MICHEL MORÁN/ EL SIGLO DE TORREÓ, publicada el 27 de febrero de 2017

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