Los aficionados que presenciaron la novillada desde su palco, comentaron en general que era un día triste porque jamás imaginaron que llegara un día así en el que ya no hubiera fiesta brava.
Había más expectativa por ver qué pasaría en lo que se supone será la última novillada o festejo taurino en Coahuila, sin embargo el funeral de la fiesta brava resultó ser un festejo normal y con poco que decir.
Autor: EL SIGLO DE TORREÓN, publicada el 30 de agosto de 2015