En las calles los habitantes del rincón lagunero fundado en 1731, se apostaron en sillas frente a las fachadas de sus casas, la mayoría con cintas color púrpura, en señal de luto.
Más que una oración de luto por la muerte de Jesús, la Procesión del Silencio de Viesca, fue un motivo para que laguneros de diferentes municipios de Coahuila, visitaran el Pueblo Mágico.
Autor: RAMÓN SOTOMAYOR, publicada el 05 de abril de 2015