La música, las luces, la escenografía y los elaborados vestuarios recrearon la atmósfera de la obra e hicieron lucir aún más la gran técnica del Ballet de San Petersburgo.
Una velada inolvidable, llena de color, música y bellas piruetas, regalaron el Ballet y la Orquesta de San Petersburgo al presentar sobre el escenario del Teatro Nazas, el clásico de Tchaicovsky La Bella Durmiente.
Autor: EL SIGLO DE TORREÓN , publicada el 04 de marzo de 2015