Tras bendecir las cenizas, los internos formaron dos largas filas para recibir la ceniza con gran devoción.
Las puertas del Centro de Reinserción Social de Torreón se abrieron para recibir a un invitado especial: El obispo José Guadalupe Galván Galindo, cuya misión era imponer la ceniza a los internos como parte del inicio de la Cuaresma.
Autor: EL SIGLO DE TORREÓN , publicada el 19 de febrero de 2015