En Norte y Suramérica, donde la Luna se vio de manera más prominente, los espectadores pudieron ver el espectáculo con binoculares, telescopios y pudieron sacar fotografías.
La Luna cambió de anaranjada a un color rojo sangre en un eclipse lunar total que pudo verse en todo el continente americano.
Autor: EL SIGLO DE TORREÓN Y AGENCIAS , publicada el 15 de abril de 2014