La Luna no desaparece totalmente de la vista, sino que se tiñe de rojo, porque la atmósfera de la Tierra filtra la luz solar y deja pasar solo el rojo, que se proyecta sobre la Luna.
La Luna cambió de anaranjada a un color rojo sangre en un eclipse lunar total que pudo verse en todo el continente americano.
Autor: EL SIGLO DE TORREÓN Y AGENCIAS , publicada el 15 de abril de 2014