Uno a uno salieron los jugadores de su refugio situado en la parte baja del Corona, sus rostros reflejaban la tristeza y la resignación por no estar en la fiesta final de la actual campaña; quienes hablaron reconocieron que el esfuerzo no alcanzó y que el rival fue realmente superior, los demás simplemente guardaron silencio y abandonaron el inmueble.
Uno a uno salieron los jugadores de su refugio situado en la parte baja del Corona, sus rostros reflejaban la tristeza y la resignación por no estar en la fiesta final de la actual campaña; quienes hablaron reconocieron que el esfuerzo no alcanzó y que el rival fue realmente superior, los demás simplemente guardaron silencio y abandonaron el inmueble.Foto: Ramón Sotomayor. 08 de diciembre de 2003.
publicada el 08 de diciembre de 2003