En la representación número 32 del Vía Crucis del Santuario de las Noas, el obispo José Guadalupe Galván Galindo, oró y pidió a Dios por la paz y la lluvia en la Comarca Lagunera.
Por casi dos horas, el Santuario del Cristo de las Noas se convirtió en el Monte Calvario de Jerusalén. Más de 30 mil fieles recorrieron alrededor de dos kilómetros para acompañar a Jesús en su dolor a la cruz.
Autor: EL SIGLO DE TORREÓN, publicada el 30 de marzo de 2013