En una de sus últimas intervenciones públicas, una emocionada Gordillo dejaba escapar las lágrimas y aseguraba que no odiaba a nadie, sino que solo sentía un enorme y profundo amor de maestra.
De poder incalculable y vitalicio, capaz de levantar críticas y pasiones, Elba Esther Gordillo, líder del sindicato de maestros más grande de América Latina, fue detenida, tras años en el poder de inclinar la balanza hacia un partido o un candidato y la educación pública de todo el país.
Autor: AGENCIAS, publicada el 27 de febrero de 2013