Calcetines, sostenes, zapatos, mochilas y cuadernos le pasaron por la cabeza... solamente un piso lo separaba de sus fans, pero nada fue imposible para que las enardecidas laguneras le hicieran llegar sus objetos.
Calcetines, sostenes, zapatos, mochilas y cuadernos le pasaron por la cabeza... solamente un piso lo separaba de sus fans, pero nada fue imposible para que las enardecidas laguneras le hicieran llegar sus objetos.Foto: Julio Hernández 21 septiembre 2003
publicada el 22 de septiembre de 2003