La altura de los globos, aunque tuvieron problemas con La Catrina al principio del recorrido, obligaba a que los asistentes mantuvieran su mirada hacia arriba, a excepción del paso de la representación “humana” del juego de la matatena, cuyos coloridos trajes y bailables emocionaron lo mismo a los niños que a sus papás.
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La altura de los globos, aunque tuvieron problemas con La Catrina al principio del recorrido, obligaba a que los asistentes mantuvieran su mirada hacia arriba, a excepción del paso de la representación “humana” del juego de la matatena, cuyos coloridos trajes y bailables emocionaron lo mismo a los niños que a sus papás.
La altura de los globos, aunque tuvieron problemas con La Catrina al principio del recorrido, obligaba a que los asistentes mantuvieran su mirada hacia arriba, a excepción del paso de la representación “humana” del juego de la matatena, cuyos coloridos trajes y bailables emocionaron lo mismo a los niños que a sus papás.Fotos: El Universal y EFE
Lunes 18 de julio de 2011