En la primera banca un sereno Pablo Montero y su novia Carolina escuchaban atentos al sacerdote. Doña Mercedes y su hija la Nena (también llamada Mercedes) no podían reprimir las lágrimas... y no era para menos, estaban recordando a su querido Oliver en el primer aniversario de su fallecimiento.
En la primera banca un sereno Pablo Montero y su novia Carolina escuchaban atentos al sacerdote. Doña Mercedes y su hija la Nena (también llamada Mercedes) no podían reprimir las lágrimas... y no era para menos, estaban recordando a su querido Oliver en el primer aniversario de su fallecimiento.Fotos: El Siglo de Torreón Miércoles 08 de junio de 2011
publicada el 08 de junio de 2011