El éxtasis llegó a su punto culminante cuando los creyentes prendieron sus velas de forma progresiva los unos de los otros, lo que en alguna ocasión en el pasado llegó a provocar incendios en ese lugar tan sensible desde el punto de vista religioso y donde no hay acceso para los bomberos por su ubicación en el corazón de la ciudad antigua.
El éxtasis llegó a su punto culminante cuando los creyentes prendieron sus velas de forma progresiva los unos de los otros, lo que en alguna ocasión en el pasado llegó a provocar incendios en ese lugar tan sensible desde el punto de vista religioso y donde no hay acceso para los bomberos por su ubicación en el corazón de la ciudad antigua.Fotos: EFE Sábado 23 de abril de 2011
publicada el 23 de abril de 2011