La fiesta continuó, pese a la tragedia, ya que los organizaciones y responsables de seguridad calibraron de peligroso interrumpirla, por temor a nuevas escenas de pánico y ante la actitud agresiva de algunos participantes.
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La fiesta continuó, pese a la tragedia, ya que los organizaciones y responsables de seguridad calibraron de peligroso interrumpirla, por temor a nuevas escenas de pánico y ante la actitud agresiva de algunos participantes.
La fiesta continuó, pese a la tragedia, ya que los organizaciones y responsables de seguridad calibraron de peligroso interrumpirla, por temor a nuevas escenas de pánico y ante la actitud agresiva de algunos participantes.Fotos: Agencias.
Domingo 25 de julio de 2010.
